- ¡Hooo! Es un nave espacial.
Corriendo avisé a mis padres de lo que vi y ellos me respondieron:
- Dani acuéstate que es muy temprano y lo habrás soñado.
Yo, nervioso e insistente, les decía:
- ¡Levantaros que es verdad que lo he visto!
Y mis padres medio dormidos se asomaron, y tal fue su sorpresa que se les fue el sueño, corriendo mi padre fue a por los prismáticos para ver algo que se veía alrededor y sorprendidos vimos una especie de duendes con camisetas azules. Mi padre nervioso dijo:
- ¡Hay que llamar a la policía, a la guardia civil, al ejército...! Y yo haciéndome el héroe bajé a verlos de cerca. Parecían muy simpáticos, y tal fue mi sorpresa que se comunicaron conmigo mediante telepatía. Al verlos tan simpáticos, temí por sus vidas y le conté que mi padre había avisado a la policía, al ejercito ect. Corriendo me montaron en su nave y despegamos. Yo un poco nervioso les dije:
- ¡Dejadme yo quiero ir a mi casa con mi familia!
Y ellos me respondieron:
- Tranquilo Daniel con nosotros estas a salvo, no te vamos a hacer nada.
Subimos de altura para escondernos detrás de una nube y observar lo que pasaba en la tierra. Mis padres estaban llorando diciéndole a la policía que me habían secuestrado. Mientras tanto mis amigos los extraterrestres me dijeron que no nos preocupáramos que venían a ayudarnos, a intentar solucionar los grandes problemas de la Tierra. Diciendo esto pulsaron un botón y empezaron a aparecer naves que se posaban encima de bosques talados y tierras abandonadas donde empezaron a echar un especie de semillas mágicas. Y digo mágicas porque a la media hora de echarlas nacían miles de árboles. Y mientras, me decían mis amigos:
- Daniel es muy importante que respetéis y conservéis la naturaleza porque de ella dependen nuestra vidas.
Diciendo esto me bajaron a la tierra, y me dijeron:
- Daniel de ti depende que se entere todo el mundo de lo importante que es esto.
Y se marcharon. Yo me hice muy famoso salí en todos los medios de comunicación, en los cuales contaba la misión que me habían encargado.
Mis amigos.
- ¡Hay que llamar a la policía, a la guardia civil, al ejército...! Y yo haciéndome el héroe bajé a verlos de cerca. Parecían muy simpáticos, y tal fue mi sorpresa que se comunicaron conmigo mediante telepatía. Al verlos tan simpáticos, temí por sus vidas y le conté que mi padre había avisado a la policía, al ejercito ect. Corriendo me montaron en su nave y despegamos. Yo un poco nervioso les dije:
- ¡Dejadme yo quiero ir a mi casa con mi familia!
Y ellos me respondieron:
- Tranquilo Daniel con nosotros estas a salvo, no te vamos a hacer nada.
Subimos de altura para escondernos detrás de una nube y observar lo que pasaba en la tierra. Mis padres estaban llorando diciéndole a la policía que me habían secuestrado. Mientras tanto mis amigos los extraterrestres me dijeron que no nos preocupáramos que venían a ayudarnos, a intentar solucionar los grandes problemas de la Tierra. Diciendo esto pulsaron un botón y empezaron a aparecer naves que se posaban encima de bosques talados y tierras abandonadas donde empezaron a echar un especie de semillas mágicas. Y digo mágicas porque a la media hora de echarlas nacían miles de árboles. Y mientras, me decían mis amigos:
- Daniel es muy importante que respetéis y conservéis la naturaleza porque de ella dependen nuestra vidas.
Diciendo esto me bajaron a la tierra, y me dijeron:
- Daniel de ti depende que se entere todo el mundo de lo importante que es esto.
Y se marcharon. Yo me hice muy famoso salí en todos los medios de comunicación, en los cuales contaba la misión que me habían encargado.
Mis amigos.
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